La sevillana Plaza del Duque era muy diferente a lo que es ahora antes de los años 60. Por entonces estaba jalonada de hermosas casas-palacio. Hoy vamos a hablar de una de ellas: el palacio de Sánchez Dalp.
Fue mandado construir a principios del siglo XX por el empresario Miguel Sánchez Dalp. El estilo que sigue es unos de los imperantes en la época, el regionalismo, y recuerda en la fachada al Pabellón Real de la Exposición de 1929 (actual museo arqueológico). En este estilo se pretendía recoger mejor herencia arquitectónica del pasado de nuestra región y volverlo a plasmarlo, por eso las fotos que pueden apreciar de los patios recuerdan tanto al estilo mudéjar. La obra fue proyectada por el arquitecto argentino Simón Barris, constituyó durante mucho tiempo el punto de referencia para distinguir lo que debía ser el «estilo sevillano» y justificó por si mismo la capacidad de Simon Barris, la importancia que tuvo como modelo y su influencia en arquitectos más jóvenes. El palacio cuidó en sus interiores hasta los detalles mínimos. La realización de la obra fue de tal magnitud que dificilmente podrá repetirse y fue la ocasión para que se formaran artistas yeseros, cerrajeros, ceramistas y decoradores de primer orden.
En 1966, el dueño de El Corte Inglés, Ramón Areces se hace con este palacio ya en decadencia, y con otros dos más para iniciar la construcción del primer centro comercial de Sevilla. Y asi perdimos para siempre estas joyas sevillanas. Como curiosidad, una fuente de uno de los patios de este palacio aún puede verse en los jardines de los Reales Alcázares de Sevilla.
