En el mural de azulejos dedicado a Cuenca, de la Plaza de España de Sevilla, se representa la reconquista de Cuenca en 1777 por Alfonso VIII, después de siete meses de cerco a la ciudad. Tras la rendición de ésta, la población se separó por barrios, teniendo los judios y los musulmanes sus propios barrios y estableciendo nuevas parroquias cristianas en el resto de la localidad, que fue repoblada al amparo del Fuero de Cuenca, a imagen de la cual se elaboraron posteriores fueros de Castilla, León, Aragón y Portugal.
Escudo de Cuenca
En un campo de gules (rojo), un cáliz de oro sumado de una estrella de ocho puntas de plata. Al timbre corona real antigua, abierta, compuesta por un círculo de oro engastado de piedras preciosas que sostiene ocho florones, visibles cinco, interpolado de perlas.
El escudo alude a la reconquista de la ciudad por parte de Alfonso VIII en el año 1177, la estrella simboliza el comienzo del asedio que tuvo lugar el 6 de enero, día de la Epifanía, y el cáliz de San Mateo Evangelista la toma de la ciudad que se produjo el 21 de septiembre, día en que se celebra la festividad de este santo.
En la actualidad, el Ayuntamiento de la ciudad utiliza una versión estilizada del escudo tradicional, probablemete alejada de las convenciones heráldicas tradicionales.